Se entiende por hábitos de consumo a los comportamientos del comprador dependiendo los lugares donde va a realizar la compra, la frecuencia de la compra, las clases de producto que adquiere, los momentos de la compra entre muchos otros factores que influyen en la compra.
Hoy en día los compradores son mucho más impulsivos, pues hoy en día se toma en cuenta la relación costo / beneficio, pues ahora la mayoría de los consumidores migran hacia las marcas más baratas o hacia las marcas blancas de las grandes superficies, pero así como se busca economía en los productos también se busca calidad en ellos, las personas están atentas a las promociones que ofrecen los lugares generando un hábito de compra, es decir, el consumo de los productos es mayor y esto genera una mayor frecuencia de visita en el lugar.
Existen diferentes tipos de compra, entre ellas están las compras impulsivas o irracionales que se caracterizan principalmente cuando el consumidor tiene la intención de compra pero siempre espera el momento indicado para realizarla, como por ejemplo, espera el momento indicado para realizar sus compras cuando existan promociones. Las compras sugeridas que son cuando el cliente ve un producto nuevo y realiza la compra para probarlo. También se encuentran las compras recordadas que se identifican cuando la persona no ha pensado en la compra pero cuando ve el producto recuerda que lo necesita y así lleva a cabo su compra. Las compras puras que es cuando se rompen totalmente los hábitos del consumidor y su compra es totalmente imprevista, también se encuentran las compras previstas o racionales que suceden principalmente cuando la compra se efectúa por su marca o también cuando su compra es necesaria y ésta se adapta al perfil que exige el consumidor.
Hoy en día existen diferentes tipos de compradores, que se pueden clasificar de la siguiente manera: Los compradores racionales que son aquellas personas que piensan en todos los factores antes de generar la compra, como por ejemplo la calidad, las ventajas del producto o servicio que adquiera, generalmente evalúan si de verdad existe la necesidad de esa compra o si puede dejar la compra para después, es decir, que los compradores racionales hacen actos de consumo pensados y organizados. Están los compradores impulsivos que es cuando las personas realizan la compra por motivos emocionales pero no funcionales, es decir, no realizan la compra porque realmente exista necesidad de tener el producto si no surge por comportamientos como “lo vi, me gustó y compré” y por último están los compradores compulsivos que se identifican por no tener un control sobre sus gastos y hábitos, tienen un deseo incontrolable por adquirir cosas y después de realizar la compra tienden a sentirse culpables por los objetos que compran.
A través de los años se ha logrado evidenciar que el internet genera diferentes hábitos de consumo, pues gracias a él hay tiendas virtuales que le permiten al comprador acceder a ellas sin necesidad de ir a las tiendas físicas y muchas veces perder tiempo haciendo filas, sin embargo no superan el porcentaje de personas que prefieren las tiendas físicas porque no confían en la calidad de los productos y es mucho más confiable dirigirse personalmente a escoger sus productos. Sin olvidar que los hábitos de consumo por internet aumentan diariamente ya que es fácil obtener los productos o servicios a través de él, pues el contacto de las personas con algún medio tecnológico cada vez es más frecuente y ofrece grandes beneficios tanto para la marca como para el consumidor, pues tiene un gran alcance y también reduce costos.